NAPALPI
HOY COLONIA ABORIGEN - CHACO -ARGENTINA
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EXCELENTE RELATO DE JUAN CHICO, TRISTE Y DOLOROSO
"NAPALPI...COLONIA ABORIGEN...COLONIA DE QUIENES?"
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19 de julio de 2014
A NOVENTA AÑOS DE UNA DE LAS MAYORES MATANZAS ARGENTINAS DEL SIGLO XX
Días de la historia- Capítulo 8 La masacre de Napalpí - Melitona Enrique
Días de la historia- Capítulo 8 La masacre de Napalpí - Melitona Enrique
PIDEN UNA INVESTIGACIÓN A 90 años de la masacre de Napalpí
Más de 400 mocovíes, qom y shinpi fueron asesinados en 1924, en Chaco; hace un mes una fiscalía abrió un expediente de oficio; el único sobreviviente tiene 107 años
El 19 de julio de 1924 la policía rodeó a losborígenes en Chaco y los asesinó
Organismos de Derechos Humanos rindieron homenaje a las víctimas de la masacre de Napalpí al cumplirse hoy 90 años de esta matanza de unas 400 personas en una reducción aborigen de Chaco, por lo cual la Fiscalía Federal de Resistencia abrió hace un mes una investigación para juzgarla como delito de lesa humanidad.
Desde la Comisión Provincial por la Memoria de Chaco celebraron que la Unidad de Derechos Humanos de la Fiscalía Federal de Resistencia "promueva una investigación de oficio para impulsar un juicio por la verdad" por la masacre de Napalpí, ocurrida el 19 de julio de 1924, y también por la matanza de El Zapallar, que tuvo lugar en 1933.
"Esto forma parte de la historia de nuestros pueblos originarios y no queremos que quede en el olvido", dijo el presidente de la Comisión Provincial por la Memoria, Ricardo Ilde, quien destacó la iniciativa de los fiscales federales de Resistencia para reabrir la investigación de estos hechos históricos.
"La idea es constituirnos como querellantes", adelantó Ilde, para quien las diferentes matanzas que tuvieron lugar en el suelo chaqueño, como las de Napalpí, El Zapallar y Margarita Belén, respondieron "siempre a una misma lógica por parte de oligarquías que pretendían quedarse con tierras o beneficios económicos que nos les correspondían".
Ilde destacó los avances evidenciados durante los últimos años en la condena de delitos de lesa humanidad en esta provincia, cuyo mojón más importante fue la condena de nueve ex militares por la Masacre de Margarita Belén, perpetrada en la madrugada del 13 de diciembre de 1976 contra una veintena de militantes políticos.
"Tanto esta masacre, como la de Napalpí, El Zapallar o la de Rincón Bomba en Formosa, forman parte de una idéntica modalidad: implantar la cultura del genocidio para reprimir y castigar la resistencia a la opresión", consideró Ilde.
Pero a diferencia de los fusilamientos de Margarita Belén, la reconstrucción de las masacres aborígenes se torna dificultosa por la escasez de testimonios que acrediten con precisión estos hechos históricos.
UN ÚNICO SOBREVIVIENTE
El único sobreviviente de las masacres de Napalpí y El Zapallar es Pedro Balquinta, un anciano mocoví de 107 años que el 18 de junio prestó declaración testimonial ante el fiscal federal Diego Vigay, quien impulsa la investigación junto a sus pares Carlos Amad y Patricio Sabadini.
"El testimonio de Balquinta tiene un gran valor simbólico", sostuvo Vigay, aunque aclaró que esta reconstrucción histórica también habrá de sustentarse en los relatos de descendientes de las víctimas y en libros, documentales y entrevistas, además de la poca documental judicial que logró rescatarse de la época.
"Durante décadas, la Justicia negó el crimen y archivó la investigación", dijo Ilde, para quien los testimonios de otras sobrevivientes ya fallecidas, como Melitona Enrique y Rosa Chará, ayudó a "visibilizar la verdad histórica", junto al aporte de historiadores como Juan Chico, Pedro Solans y Vidal Mario.
Agrupaciones de Derechos Humanos chaqueños apuntaron en un comunicado que es "necesaria la búsqueda de la verdad y el ejercicio de la memoria histórica para que los hechos de violencia no se repitan, para establecer el por qué, cuándo y cómo se perpetraron las atrocidades y saber quiénes son los máximos responsables de los crímenes".
"La construcción de la identidad es un trabajo colectivo y que no puede cometer omisiones", indicaron desde la Comisión Provincial por la Memoria, la Asociación de Ex-Detenidos políticos del Chaco, H.I.J.O.S-Chaco, Hijos Construyendo Memoria Chaco y el Comité de Prevención de la Tortura
DYN
Napalpí, la masacre impune
El 19 de julio de 1924, unos 700 indígenas fueron cercados por la policía en el Chaco: quienes no murieron baleados, fueron degollados. Habían protestado por la explotación a la que eran sometidos. Recién ahora se puso en marcha una investigación. Hoy habrá un acto.
Por Darío Aranda
Fue una de las mayores masacres argentinas del siglo XX. Al menos 700 víctimas, incluidas mujeres, ancianos y niños. Quienes no murieron por las balas policiales, fueron degollados con machetes y hachas. El motivo de la represión fue la negativa a ser mano de obra esclava, denunciar maltratos y, también, el ser indígenas. La orden fue política; el motivo, económico (el avance algodonero y la necesidad de brazos para la cosecha), y los ejecutores fueron la policía y grandes terratenientes. Sucedió en Chaco, hace noventa años, y hoy los pueblos indígenas conmemoran la matanza que se conoce como “Masacre de Napalpí”. El crimen aún sigue impune. “Es crucial analizar la masacre de Napalpí en el marco de un proceso social genocida que sigue teniendo consecuencias sobre los pueblos originarios”, afirmó Marcelo Musante, integrante de la Red de Investigadores en Genocidio y Política Indígena.
En 1922, el radical Marcelo T. de Alvear había reemplazado en la presidencia a Hipólito Yrigoyen. El Territorio Nacional del Chaco ya se perfilaba como el primer productor nacional de algodón. La superficie sembrada en Chaco era de 100 hectáreas en 1895. Para 1920 había crecido exponencialmente: 50 mil hectáreas.La Reducción Aborigen de Napalpí (a 120 kilómetros de Resistencia) era un espacio de sometimiento donde los indígenas eran obligados a trabajar en condiciones de semiesclavitud. Los maltratos eran frecuentes y no tenían los mismos derechos que el resto de la población.
En julio de 1924, los indígenas qom y mocoví se declararon en huelga. Denunciaban los maltratos y la explotación de los terratenientes. Y planeaban marchar a los ingenios azucareros de Salta y Jujuy. Pero el gobernador Fernando Centeno les prohibió abandonar Chaco y, ante la persistencia indígena, ordenó la represión. El argumento oficial fue una supuesta “sublevación” indígena.
El 19 de julio a la mañana, 130 policías y civiles (enviados por grandes estancieros) rodearon a los grupos en huelga y dispararon con rifles durante 45 minutos. Mataron a hombres y mujeres, ancianos y niños. “El ataque terminó en una matanza, en la más horrenda masacre. Los heridos fueron degollados, algunos colgados”, relata el libro Napalpí, la herida abierta, del periodista Vidal Mario.
Un mes después de la matanza, el 29 de agosto, el ex director de la reducción Enrique Lynch Arribálzaga escribió una carta al Congreso nacional: “La matanza de indígenas continúa en Napalpí y sus alrededores. Parece que los criminales se hubieran propuesto eliminar a todos los que se hallaron presentes en la carnicería del 19 de julio, para que no puedan servir de testigos”.
La prensa de la época repitió el discurso del gobierno u omitió el hecho. Pero hubo excepciones. El periódico Heraldo del Norte denunció: “Sin que los inocentes indígenas realizaran un solo disparo, los atacantes hicieron repetidas descargas de disparos en medio del pánico de los indios, más mujeres y niños que hombres. Se produjo la más cobarde y feroz carnicería, degollando a los heridos sin respetar sexo ni edad”. El corresponsal del diario La Razón escribió en julio de 1924: “Muchas hectáreas de tierra en flor están en poder de los pobres indios; quitarles esas tierras es la ilusión que muchos desean en secreto”.
El sociólogo Marcelo Musante, de la Red de Investigadores en Genocidio y Política Indígena, se especializa en el proceso represivo de Chaco. Explica que Napalpí fue parte de un sistema de reducciones estatales implementado en Chaco y Formosa, suerte de campos de concentración para poblaciones originarias donde se ejercían acciones de control y dominación. “La discusión pública debe preguntarse por qué el funcionamiento estatal, cuando refiere a pueblos indígenas, promueve recurrentemente acciones represivas. Ejemplos claros son la feroz represión ocurrida en Pampa del Indio (Chaco) a inicios de este año, lo que ocurre en la comunidad qom La Primavera (Formosa) o en Santiago del Estero.”
Juan Chico es qom, nacido y criado en el lugar de la matanza (hoy llamado Colonia Aborigen). Escribió (junto a Mario Fernández) el libro Napalpí. La voz de la sangre. Recordó que las comunidades siguen peleando para que el lugar se vuelva a llamar Napalpí, detalló que los asesinados fueron al menos 700 personas (mucho más de los 200 que mencionan los diarios de la época) y valorizó que en Chaco se hable cada día más de la masacre de indígenas. También trazó un paralelo al presente: “Argentina ha avanzado mucho respecto de los derechos humanos, pero pareciera que los indígenas tenemos derechos humanos de segunda, parte de la sociedad nos sigue considerando inferiores y nuestro genocidio sigue invisibilizado”.
En 2008, el gobierno de Chaco pidió públicamente perdón por la matanza y entregó una vivienda a la sobreviviente Melitona Enrique. Hoy a las 18 habrá un acto conmemorativo en el lugar de la matanza. Será interno de los pueblos qom y mocoví, recordarán a las víctimas y volverán a exigir justicia. A noventa años de la masacre, el crimen permanece impune.
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